Si sientes un fuerte dolor lumbar que baja por la pierna hasta el pie, y aumenta de intensidad con el movimiento y cede con el reposo, es posible que te encuentres ante una lumbociática. Pero ¡tranquilo! porque en el 80% de los casos se resuelven mediante tratamientos conservadores que consiguen evitar el paso por el quirófano.
¿Conoces cómo aliviar y prevenir la lumbociática? Pues ya te adelanto que hay varias opciones para tratarla, todo depende de la causa del problema.
¿Qué es la lumbociática?
Es una de las dolencias de espalda más comunes, junto con el lumbago o también llamada lumbalgia. Tanto la lumbalgia como la lumbociática se refieren a dolor en la parte baja de la espalda. Sin embargo, el dolor de la lumbociática desciende por el nervio ciático recorriendo el glúteo, la cara posterior del muslo, la pierna, llegando incluso hasta el pie.
Este nervio ciático sale de las últimas vértebras lumbares y recorre toda la pierna. Cuando se encuentra irritado o inflamado, produce dolor, sensación de acorchamiento e incluso pérdida de fuerza.
Normalmente es muy difícil tener una ciática aislada y el dolor de la pierna suele ir acompañado de dolor lumbar. Ese dolor de espalda asociado a la ciática es debido a que el dolor hace que mantengamos posturas incorrectas para intentar mitigar las molestias, lo cual produce contracturas musculares.
En definitiva, la lumbociática es la ciática asociada al dolor lumbar. Se inicia con un fuerte dolor de espalda que aumenta con el movimiento y se reduce con el reposo. Este malestar, que suele ser muy intenso y punzante, evoluciona en cuestión de horas o días a un dolor tipo eléctrico que baja por la extremidad hasta el pie.
Causas de la lumbociática
En la mayoría de los casos, la lumbociática suele estar provocada por una hernia discal o una estenosis de canal. En ambos casos se produce un pinzamiento del nervio ciático. En el caso de la hernia discal, el desgaste y deterioro del disco de la columna lumbar presiona el nervio ciático. Cuando se trata de una estenosis del canal, por el que discurre la médula espinal, las raíces de los nervios quedan comprimidas, afectando al nervio ciático.
También el síndrome del piriforme puede causar ciática. Se trata de un músculo que está ubicado en las nalgas que puede llegar a comprimir el nervio ciático. Además, existen otras causas de la lumbociática, como son los tumores o infecciones, los osteofitos y los cambios posturales de la columna vertebral que se da en las embarazadas.
Síntomas de la lumbociática
Para identificar si estás sufriendo un ataque de ciática, posiblemente notarás que, estando bien, aparece de forma inmediata un dolor en la región glútea o en la lumbar, que irradia por la pierna pudiendo llegar al pie. Prácticamente te quedas inmóvil y sientes que el dolor empeora cuando intentas moverte.
Es por eso que la ciática y la lumbociática, en muchos casos, obliga a quedarse incluso en cama.
En general, podemos hablar de una serie de síntomas que son comunes a todos los tipos de lumbociática o ciática, sea cual sea la zona del nervio afectada.
En las lumbociáticas existe dolor en la zona baja de la espalda, pero suele ser de menor intensidad que el que se siente en la pierna.
No es frecuente sentir dolor en ambas extremidades al mismo tiempo. Lo habitual es que el dolor se centre en la nalga o en una de las piernas (lumbociática derecha o lumbociática izquierda).
Se trata de un dolor punzante.
El dolor suele agudizarse cuando te sientas y disminuye si te quedas acostado
Es posible sentir un hormigueo o quemazón que baja por la pierna
A veces, también aparece cierta dificultad o debilidad para mover la pierna o el pie.
¿Cómo aliviar un ataque de lumbociática?
¿Cuánto puede durar un ataque de lumbociática? ¿Cómo aliviarlo? Ambas respuestas dependen de cuál es el origen del dolor o el síntoma principal que estés sufriendo.
Prácticamente el 80% de las lumbociáticas por hernia discal se resuelven mediante tratamientos conservadores, sin necesidad de pasar por el quirófano. De forma habitual, las molestias y los problemas de fuerza y sensibilidad desaparecen en unas seis semanas.
Estos tratamientos conservadores para aliviar la lumbociática aguda son:
Para empezar, cuando acudas a tu médico, este puede recetarte analgésicos antiinflamatorios que te ayuden a sobrellevar las molestias hasta que desaparezca la inflamación.
La aplicación de calor y/o frío, según el caso, ayudará a estimular o disminuir la circulación de la sangre, lo cual será muy útil para reducir la inflamación.
Para tratar la lumbociática es necesario, por un lado, liberar el nervio ciático para que recupere la movilidad y elasticidad que ha perdido. Por otro lado, es necesario fortalecer la musculatura de la región lumbar y realizar estiramientos que nos permitan tener la espalda en forma.
La fisioterapia cuenta con varias técnicas capaces de liberar el nervio ciático y reducir el dolor y la inflamación.
Como ya he comentado, tanto para prevenir como para tratar la lumbociática, es muy conveniente practicar ejercicios de fortalecimiento y estiramientos.
Tu médico traumatólogo o tu fisioterapeuta te podrá indicar cuáles son los ejercicios más adecuados para ti, ya que tanto el tipo de ejercicio como la intensidad va a depender de la gravedad de tu dolencia.
Uno de los ejercicios más recomendables son las series dentro de una piscina, ya que en el agua la resistencia es mayor, pero el impacto de cualquier movimiento es menos agresivo.
Los ejercicios de fortalecimiento se deben centrar en la musculatura y los tendones de la espalda, sobre todo en aquellos de la región lumbar y los dorsales, además de los abdominales y los glúteos.
En cuanto a los estiramientos, verás que son muy útiles para aliviar el dolor provocado por la lumbociática. Entre los músculos que tienes que estirar, se encuentra el piriforme, que, como ya he comentado, es uno de los causantes de la ciática.
Estos estiramientos puedes realizarlos tumbado. Tendrás que encoger las rodillas y llevarlas hacia el pecho. Con las rodillas flexionadas, tendrás que levantar y asentar el arco lumbar, para ello lleva la rodilla hacia el hombro opuesto o lleva el tobillo hacia la rodilla opuesta. Intenta mantener estas posiciones durante 20 o 30 segundos.
Si quieres conocer más ejercicios para mejorar tu musculatura de forma sencilla, te invito a leer el artículo “Ejercicios para fortalecer la espalda en casa”
Si los ejercicios y el tratamiento médico o fisioterapéutico no han conseguido resolver tu lumbociática, entonces podemos pasar a otras técnicas más complejas. Es el caso de las inyecciones intrarticulares, infiltraciones con corticoides, radiofrecuencia… El uso de una u otra técnica va a depender del especialista que te atienda, las causas de tu lumbociática y de los tratamientos previos que ya te hayan pautado.
¿Me tengo que operar?
Si existe un déficit motor progresivo, es decir, que cada día tienes menos fuerza, o si hay disfunción de esfínteres o si el dolor sigue siendo intenso y no mejora con los tratamientos conservadores, sí que es necesario operar.
De nuevo, tenemos distintas opciones quirúrgicas cuya elección dependerá de la causa y de la duración de la lumbociática. Generalmente, se consideran tres opciones quirúrgicas:
Microdiscectomía
La microdiscectomía es una cirugía abierta menor con la que se elimina la parte de la hernia discal que está pinzando el nervio ciático.
Esta cirugía tradicional para resolver hernias discales conlleva una incisión relativamente grande, además de cortar músculos, ligamentos e incluso hueso para poder acceder al disco intervertebral que está dañado y, a su vez, está presionado los nervios.
Al ser una cirugía agresiva, se provoca daño en la musculatura e inestabilidad en las vértebras y conlleva dolor posquirúrgico y bastante tiempo de recuperación. No obstante, ofrece resultados óptimos en el 90% de los casos.
Laminectomía
En los casos en los que la lumbociática está provocada por una estenosis de canal, podría recomendarse la laminectomía . Esta cirugía tradicional consiste en quitar parte del hueso vertebral para abrir el espacio del canal medular y liberar la médula y las raíces nerviosas. Al descomprimir las raíces del nervio ciático, el dolor desaparece.
Pero también sucede que, al quitar parte del hueso de la vértebra, es posible que se produzca cierta inestabilidad en la columna, lo cual puede obligar a realizar otras técnicas como la artrodesis para resolver esa inestabilidad.
Cirugía endoscópica de columna.
Existe una técnica más avanzada que la microdiscectomía y que la laminectomía que ofrece resultados muy similares a ambas cirugías tradicionales. Se trata de la endoscopia de columna, una técnica mínimamente invasiva que mediante un endoscopio (cámara) se accede al disco herniado mediante una mínima incisión sin necesidad de abrir ni traumatizar músculos, ligamentos ni huesos.
Por todo ello, la endoscopia de columna permite resolver una hernia discal o una estenosis de canal y dar el alta hospitalaria en apenas 6 horas, con menos dolor posoperatorio, menos inestabilidad de los huesos de la espalda y menos tiempo de recuperación.
No obstante, esta técnica avanzada con tan buenos resultados y sin apenas molestias, no se practica en todas las clínicas y hospitales porque aún somos muy pocos los cirujanos de columna que dominamos esta técnica. Además, también es necesario contar con un instrumental quirúrgico muy específico.
La decisión es tuya
En la mayoría de los casos, la cirugía de lumbociática es optativa. Esto quiere decir que eres tú, como paciente y según tus molestias, quien decide si quiere o no someterse a una cirugía. Pero también hoy en día puedes elegir entre técnicas tradicionales que conllevan más dolor y efectos secundarios, como es el caso de la microdiscectomía o la laminectomía, o entre técnicas avanzadas, como la endoscopia de columna, que pueden resolver tu lumbociática con menos molestias y tiempo de recuperación.
Si tienes dudas en cuanto a los diferentes tratamientos de la lumbociática, puedes solicitar ahora tu diagnóstico online ahora. A través de mi plataforma médica y confidencial, podré estudiar todas tus pruebas diagnósticas antes de llevar a cabo el diagnóstico online .
Así nos veamos en la videoconsulta, podré darte un diagnóstico y explicarte qué tratamiento es el más adecuado para tu caso de lumbociática.
Contacta conmigo e infórmate de todas las opciones que tienes a tu alcance para terminar con los dolores y molestias de la lumbociática.
¡La decisión es tuya!
Llevo cuatro meses con dolor en la espalda baja y me baja por la ingle luego al muslo derecho y también a la rodilla derecha, normalmente por el día no me duele, empieza por la noche sobre las 10horas se me pasa poco a poco acostado, pero lo peor es que he perdido mucha fuerza en las piernas y no puedo subir escaleras necesito donde apoyarme. Es posible que sin cirugía se pueda solucionar?.
Buenas noches. Lo primero es tener un diagnóstico. Debes acudir a tu médico para que encuentre el motivo por el que estás perdiendo fuerza en las piernas. En el caso de que la causa este en la columna la cirugía probablemente sea un opción.
Saludos.