Llevar una vida sedentaria, pasar demasiado tiempo de pie, adoptar malas posturas para dormir o trabajar, hacer esfuerzos físicos, son actos cotidianos que, a la larga, pueden desencadenar problemas de espalda.
De hecho, el dolor de espalda es, hoy en día, el problema de salud más habitual, ya que afecta al 80 % de la población en algún momento de su vida.
Normalmente, el dolor de espalda es un proceso benigno que, con el tratamiento adecuado, se suele resolver en 2 o 3 semanas. No obstante, no siempre es así y por ello se estima que el 20 % de la población desarrollará dolor de espalda crónico
Por qué surgen los problemas de dolor de espalda
¿Cuidas tu postura cuando trabajas, caminas o corres? ¿Eres consciente de cómo levantas peso o realizas esfuerzos físicos?
Es posible que no prestes atención a estos aspectos, pero deberías hacerlo porque muchos de los problemas de espalda comunes derivan de las malas posturas mantenidas durante tiempo.
La mayoría de las veces se trata de pequeños micotraumatismos, roturas fibrilares o lesiones musculares en la parte baja de la espalda. Pero, en otras ocasiones, esos problemas de espalda baja se deben a alteraciones de la columna vertebral como es el caso de la ciática y la hernia discal que requieren atención médica.
¿Cuáles son los problemas de espalda más habituales en los niños?
En cuanto a los problemas de espalda en niños, en su mayoría están derivados del uso de mochilas.
Es posible que tu hijo presente problemas de espalda por mochilas y tenga dolor de hombros y problemas de cuello y espalda. En estos casos, el niño puede seguir llevando su mochila, pero hay que evitar que el peso supere el 10% del peso corporal.
Otra cuestión es que el niño presente espontáneamente un dolor en cualquier punto de la columna. Entonces sí es necesario acudir al médico traumatólogo para identificar su causa. En la mayoría de los casos no identificamos ninguna causa orgánica, es lo que denominamos dolor de espalda inespecífico. En estas condiciones, el ejercicio físico del niño es el mejor tratamiento para fortalecer su espalda y evitar las molestias.
En otras ocasiones sí encontramos un origen patológico. Los diagnósticos más frecuentes en los pequeños son de espondilólisis y cifosis por problemas de espalda curvada, cuyo tratamiento dependerá del diagnóstico concreto.
¿Cómo saber si tengo problemas de espalda?
La mayoría de las veces el dolor de espalda es un proceso benigno, pero esto es algo que no siempre puedes distinguir. Por lo general, los síntomas del dolor de espalda son:
Dolores musculares
Dolor punzante
Dolor que irradia desde la espalda hasta la pierna
Dolor que empeora cuando te levantas, caminas o te agachas y flexionas las piernas
Dolor que se alivia y mejora al acostarte.
Si ves que tu dolor no se reduce en 3 o 4 semanas, es el momento de acudir al médico para corregir problemas de espalda.
No obstante, si tienes ciática o notas alteraciones sensitivas o tienes problemas para controlar los esfínteres conviene que solicites consulta médica cuanto antes.
El dolor de espalda no remite, ¿qué puede ser?
En la espalda se encuentran muchas estructuras que, si están alteradas, pueden causarte dolor:
Músculos
Es posible que tu dolor de espalda se deba a la contractura de algún músculo de la espalda baja o de los glúteos. Conviene que controles el dolor cuanto antes y practiques ejercicio para fortalecer esta musculatura, antes de que se cronifique tu dolor de espalda y afecte a más músculos.
Disco intervertebral de la columna.
Si alguno de los discos de la columna se degenera puede crear una hernia discal. En este caso, lo más habitual es que tengas una lumbociática, un dolor que comienza en la espalda baja e irradia por toda la pierna complicando tu movilidad e incluso puedes sentir debilidad u hormigueo en la pierna afectada.
Articulaciones facetarias.
Las facetas son las articulaciones de atrás de las vértebras que, con el paso del tiempo pueden degenerar causando artrosis y dolor, sobre todo por las mañanas.
Otras causas de dolor de espalda:
Dolor de espalda por problemas digestivos.
¿Sabías que los problemas estomacales también pueden causar dolor de espalda? Esto se debe al bloqueo de las vértebras dorsales que podría afectar al omoplato, al trapecio, a la articulación del hombro causando tendinitis en la zona.
Dolor de espalda por problemas de hígado.
Muchos problemas de espalda alta, dorsalgias y cervicalgias, tienen su origen en el mal funcionamiento del hígado que, de forma refleja afecta a estas zonas. No hablo de enfermedades hepáticas, sino de disfunciones del hígado, como dispepsia, digestiones lentas.
Cómo solucionar problemas de espalda
TRATAMIENTOS CONVENCIONALES
En los momentos en los que el dolor es más agudo puedes tomar parecetamol o algún antiinflamatorio que te ayude a sobrellevar las molestias. Pero si ves que no es suficiente, tu médico puede recetarte algún relajante muscular o infiltraciones con corticoides que, si bien son efectivos, deben usarse con moderación.
Recuerda que el organismo se acostumbra a la medicación y puede llegar el momento en el que ya no te sirva y tus dolores no cesen.
Acudir al fisioterapeuta es una opción muy adecuada. Este profesional te ayudará a recuperarte más rápido y además te corregirá esos defectos posturales que te han provocado dolor. También aprenderás a realizar ejercicios para personas con problemas de espalda y estiramientos adecuados para fortalecer los músculos que tengas afectados.
Recuerda que el deporte es el tratamiento más eficaz y además no tiene efectos secundarios. Practica el que más te guste porque lo importante no es el tipo de ejercicio, sino la constancia.
TRATAMIENTOS QUIRÚRGICOS
Si después de varias semanas de medicación y fisioterapia no has conseguido corregir problemas de espalda, y el dolor está limitando tu vida es el momento de acudir al traumatólogo.
¿Necesito cirugía de columna?
A no ser que tengas alteraciones neuronales y precises de cirugía de urgencia, siempre vamos a empezar con los tratamientos conservadores menos invasivos. Si con esto no conseguimos reducir tu dolor lumbar, puede que la cirugía sea tu solución. No obstante, esto es algo que debemos valorar detenidamente según tu diagnóstico y evolución.
Así, por ejemplo, en el caso de que el dolor esté causado por una hernia discal, la cirugía está indicada a partir de las 8-12 semanas, pero solo el 5% de las hernias discales acaban en quirófano, ya que la inflamación suele resolverse por sí sola.
En otros casos, como las espondilolistesis o la estenosis de canal, la cirugía también es una opción para resolver tu problema de espalda, siempre y cuando los tratamientos conservadores hayan fracasado.
En caso de verte abocado a una cirugía, debes tener en cuenta que hoy en día existen técnicas mínimamente invasivas capaces de resolver tu problema de espalda con una recuperación rápida y sin molestias. Es el caso de la endoscopia de columna, la técnica quirúrgica que por ahora practicamos muy pocos profesionales, pero que está revolucionando la cirugía de hernia discal y estenosis de canal. Este método tan novedoso y poco invasivo para tu espalda no requiere hospitalización tras la operación, sino que te puedes ir a casa andando por tu propio pie en solo unas horas.
Como ves, el dolor de espalda es muy frecuente, pero afortunadamente se suele resolver por sí solo en poco tiempo. No obstante, si tienes una lesión concreta, lo más adecuado es acudir a la especialista en columna para determinar un diagnóstico y su tratamiento más adecuado.
Si tienes dudas sobre las diferentes patologías de espalada o quieres conocer más a fondo la endoscopia de columna, te invito a seguir leyendo o, si lo prefieres, puedes solicitarme un diagnóstico online.