Con la edad, el estrés, el sedentarismo y la falta de ejercicio físico, es posible que la curva de la región lumbar de tu espalda, técnicamente llamada lordosis lumbar, aumente y te genere problemas y dolor de espalda.
Para resolver las molestias provocadas por la hiperlordosis lumbar, conviene que conozcas cómo se producen.
Lordosis y cifosis, las curvas del equilibrio
Nuestra columna vertebral no es rectilínea, sino que va haciendo 3 curvas. Dos de esas curvas se abren hacia atrás y se denominan lordosis.
Están ubicadas arriba, a nivel cervical, y abajo del todo, en la región lumbar desde la vértebra L1 hasta la S1 y lo normal es que esa curva mida entre los 40º y 60º.
La otra curva intermedia a nivel torácico se abre hacia delante y se denomina cifosis.
Con la correcta curvatura de la lordosis, se mantiene el equilibrio de la espalda y el peso del cuerpo se distribuye de forma homogénea sobre las vértebras.
Por qué la hiperlordosis lumbar genera dolor de espalda
Cuando aumenta la curvatura lumbar de la lordosis por encima de los 60º hablamos de hiperlordosis lumbar. Una alteración que supone la ruptura del equilibrio de nuestra espalda. Esto provoca molestias y que el abdomen y los glúteos sean más prominentes al vernos de perfil.
Si la musculatura lumbar no está bien tonificada y se genera hiperlordosis, esta situación podría genera una presión directa sobre las vértebras que podrían disminuir el tamaño de los orificios por los que salen las raíces nerviosas provocando un pinzamiento del nervio ciático y el consiguiente dolor de ciática.
Pero los problemas que puede generarte una hiperlordosis no terminan aquí.
Otros problemas que provoca esta patología
Con el desequilibrio de la espalda provocado por la hiperlordosis lumbar también las articulaciones facetarias de las últimas vértebras pueden sufrir más presión, lo cual provoca una artrosis precoz en estas articulaciones, que genera lumbalgia.
Si no rectificas la curvatura de la espalda y continúas con esta situación de hiperlordosis puede que los discos intervertebrales de la columna empiecen a fallar debido a la sobrecarga que soportan. Es entonces cuando se producen roturas y desgarros del disco que son dolorosos y desembocan en una hernia discal.
¿Cuál es la causa de la hiperlordosis lumbar?
La cifosis y lordosis son las curvas fisiológicas de nuestra espalda. Pero a medida que envejecemos, si no hacemos el suficiente ejercicio para mantenerlas flexibles y estables, se van invirtiendo.
Además de la falta de ejercicio, las causas de la aparición de la hiperlordosis lumbar son el sedentarismo, las malas posturas y el estrés físico y mental.
El aumento de la curvatura de la lordosis lumbar sucede cuando los movimientos de la pelvis dicambian para mantener la posición erguida.
Aquí, hay que entender que la pelvis realiza dos tipos de movimientos, dependiendo de la inclinación pélvica: anteversión y retroversión pélvica. Si la pelvis se inclina hacia delante, hablamos de anteversión pélvica, y si lo hace hacia atrás, se denomina retroversión pélvica.
Los músculos isquiotibiales y los glúteos tiran la columna desde atrás rectificando la postura con la pelvis en retroversión.
Por el contrario, cuando la pelvis va hacia delante, es decir, se da una anteversión pélvica, se arquean las lumbares y se produce una hiperlordosis lumbar baja.
¿Qué alteraciones generan hiperlordosis lumbar?
Con la anteversión pélvica se suceden una serie de alteraciones que desequilibran la curvatura de tu espalda:
Alteraciones del músculo psoas.
El psoas es un músculo que tenemos a los lados de la columna vertebral. Concretamente se origina en las vértebras desde la T12 hasta la L5, es decir, sale desde todas las vértebras lumbares.
En su recorrido hasta el trocánter menor del fémur, que es donde se inserta, este músculo se une a la rama ilíaca en la cara interna de la fosa ilíaca. Por tanto, estamos hablando de un músculo muy potente que participa en los movimientos y flexiones de la cadera, del tronco y de la pierna.
Pero también está sometido a cargas constantes, así pues, si la pelvis aumenta los movimientos de anteversión, este músculo se inflama o se acorta provocando dolor y alterando la posición de la curva lumbar, es decir, genera hiperlordosis lumbar baja. A su vez, esto provoca que otros músculos, como los abdominales o los glúteos, se vuelvan más débiles y dejen de realizar sus funciones correctamente.
Alteraciones del músculo recto anterior del abdomen
El recto anterior del abdomen, o también conocido como abdominales, es la musculatura que provoca que la pelvis se incline hacia atrás. Pero, como habitualmente no tenemos este músculo trabajado y está débil, lo que hace es favorecer la anteversión pélvica y, por lo tanto, el desarrollo de la hiperlordosis lumbar.
Alteraciones de los músculos extensores de la columna
Los músculos extensores son conjuntos de músculos que están en la parte de atrás de la columna vertebral y nos permiten estar parados y levantar objetos. Realizan la acción contraria del músculo psoas, pero si esta musculatura está débil el psoas será predominante y con ello aumenta la lordosis lumbar.
Alteraciones del diafragma
Además de ser un músculo de la respiración, el diafragma contribuye a reducir la carga sobre los discos intervertebrales y, por tanto, participa en el mecanismo de estabilización de la columna.
Respirar correctamente utilizando el diafragma previene la aparición de problemas en la espalda. Por el contrario, si el diafragma permanece ascendido, tracciona las vértebras hacia delante produciendo una hiperlordosis que, a su vez, puede generar lumbalgia.
¿Cuál es el tratamiento de la hiperlordosis lumbar?
Como ya he explicado, las alteraciones y debilidad de los músculos son las principales causas que provocan la anteversión pélvica y su consiguiente hiperlordosis.
Si necesitas recuperar o quieres mantener el equilibrio de la espalda y una lordosis adecuada es necesario que practiques ejercicio físico. Así es como podrás mantener a raya el acortamiento del psoas y reforzarás el papel de los músculos abdominales y extensores que mantienen tu columna erguida.
Tu fisioterapeuta puede orientarte y recomendarte los mejores ejercicios para fortalecer tu musculatura lumbar, pero no olvides la importancia de la higiene postural, sobre todo si pasas muchas horas trabajando sentado.
Recuerda que, si mantienes una correcta lordosis lumbar y la musculatura de tu espalda fuerte, estarás protegiendo a las vértebras de tu columna puesto que el peso estará mejor repartido reduciendo así el riesgo de lumbalgias, ciáticas y hernias discales.
No obstante, antes de tratar tu hiperlordosis lumbar necesitas asegurarte de que este es realmente el origen de tus problemas de espalda, ya que en muchos casos la hiperlordosis no es evidente y requiere de pruebas diagnósticas, como una radiografía para medir la lordosis lumbar y la inclinación pélvica.
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