La cirugía de hernia discal lumbar es una de las intervenciones más comunes para tratar el dolor de espalda severo causado por una hernia. Sin embargo, no siempre el resultado es completamente satisfactorio. Entre un 15% y un 25% de los pacientes intervenidos pueden desarrollar una lumbalgia postcirugía de hernia discal, lo que supone una carga importante para su calidad de vida.
Este dolor puede presentarse como un nuevo problema o como un agravamiento de molestias previas en la zona lumbar. Si quieres saber por qué se puede desarrollar dolor lumbar crónico tras una operación de hernia discal y qué opciones tienes para aliviarlo, te invitamos a seguir leyendo.

¿Por qué puede aparecer lumbalgia crónica tras operación por hernia discal?
El dolor postquirúrgico en la columna lumbar puede estar relacionado con alteraciones estructurales, mecánicas o inflamatorias derivadas de la intervención quirúrgica. Las principales causas son:

Daño a tejidos y estructuras durante la cirugía
En una intervención de hernia discal lumbar, es necesario acceder al disco intervertebral afectado para eliminarlo. Este procedimiento, con las técnicas quirúrgicas tradicionales, implica:
- Resección de estructuras óseas o ligamentos: Para llegar hasta la hernia, a menudo es necesario retirar tejidos de soporte como ligamentos o partes del hueso vertebral, lo cual puede alterar el equilibrio biomecánico de la columna.
- Formación de cicatrices dolorosas: Las cicatrices en los tejidos blandos tras una cirugía pueden generar dolor y contracturas musculares.
- Desgaste de las fascias: Las fascias, estructuras que envuelven y sostienen músculos y otros tejidos, pueden verse afectadas, causando molestias persistentes.

Inestabilidad lumbar postquirúrgica
Una de las principales consecuencias de la cirugía de hernia es la pérdida de altura del disco intervertebral, lo que provoca un desequilibrio en la distribución de las cargas en la columna. De este modo, al retirar una hernia, la distribución de la carga puede sobrecargar las articulaciones posteriores y favorecer la aparición de lumbalgia postquirúrgica.

Factores de riesgo asociados al dolor lumbar tras la cirugía

- Tabaquismo: Se ha identificado una relación entre el consumo de tabaco y la aparición de lumbalgia postcirugía de hernia discal.
- Obesidad: El sobrepeso aumenta la carga que deben soportar las vértebras. En pacientes con inestabilidad lumbar o pacientes con lumbalgia, este factor puede agravar el dolor y la degeneración estructural.

Las técnicas quirúrgicas empleadas para tratar una hernia discal lumbar pueden influir significativamente en el riesgo de desarrollar lumbalgia postquirúrgica. Mientras que los procedimientos clásicos, como la discectomía y microdiscectomía, suelen ser más invasivos y alterar la biomecánica de la columna, las técnicas mínimamente invasivas, como la cirugía endoscópica, reducen el daño de las estructuras vertebrales y ayudan a minimizar estas complicaciones.
- Discectomía agresiva: Esta técnica quirúrgica tradicional implica la extracción lo más completa posible del disco intervertebral. Aunque reduce el riesgo de recurrencia de la hernia, puede aumentar el riesgo de dolor lumbar crónico.
- Discectomía conservadora: Con esta técnica, solo se retira la porción afectada de la hernia. Aunque tiene menos impacto en la biomecánica de la columna, sí que puede aumentar las probabilidades de que la hernia reaparezca.
- Laminectomía: Procedimientos como la hemilaminectomía o la laminectomía, utilizadas sobre todo cuando la hernia provoca una estenosis de canal, requieren retirar partes del hueso vertebral, lo cual puede incrementar significativamente el riesgo de dolor. Este riesgo se duplica cuando la intervención se realiza en ambos lados de una vértebra.

Tratamiento de la lumbalgia postcirugía de hernia discal
El manejo del dolor lumbar crónico requiere un enfoque multidisciplinar que combine tratamientos conservadores y, en casos más severos, intervenciones quirúrgicas:
1. Ejercicio físico y terapéutico
El fortalecimiento muscular es la base del tratamiento. Los ejercicios deben enfocarse en fortalecer la musculatura y en mejorar la movilidad y la estabilidad lumbar, consiguiendo así disminuir el dolor.
2. Fisioterapia y técnicas en unidades del dolor
En las fases agudas, podemos recurrir a la fisioterapia para aliviar las molestias, así como la rizólisis, una técnica que destruye, mediante calor, los nervios responsables de transmitir el dolor al cerebro.
3. Cirugía correctiva (artrodesis vertebral)
Cuando se diagnostica una inestabilidad lumbar severa y la lumbalgia postcirugía de hernia discal impide realizar una vida normal, puede ser necesario recurrir a una artrodesis vertebral. Este procedimiento quirúrgico consiste en fusionar las vértebras inestables mediante injertos óseos y tornillos para eliminar el movimiento de las vértebras que, finalmente quedan soldadas. De este modo, conseguimos resolver la inestabilidad y acabar con la lumbalgia posquirúrgica de hernia discal.


La importancia de un diagnóstico preciso
Si después de una operación de hernia discal sigues experimentando dolor lumbar, es posible que te preguntes cuál es la mejor solución para aliviar tus síntomas. La elección del tratamiento adecuado dependerá de factores como la causa del dolor, el grado de inestabilidad lumbar y las características específicas de tu columna. Desde tratamientos conservadores hasta procedimientos quirúrgicos avanzados, existen múltiples opciones para disminuir el dolor y restablecer la funcionalidad.
Un diagnóstico detallado es clave para determinar el origen del dolor. A veces, la persistencia del malestar puede deberse a alteraciones biomecánicas tras la cirugía previa inicial, como una reducción de la altura del disco o el daño en estructuras óseas y ligamentos. Identificar estas causas es esencial para plantear el tratamiento más efectivo.
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No dudes en contactar conmigo, estoy especializado en tratar con pacientes que presentan dolor recurrente y crónico provocado por hernias ya operadas que se siguen reproduciendo. Desarrollar un diagnóstico claro y ofrecer la técnica endoscópica en cirugía lumbar que mejor permite solucionar el problema, es mi especialidad.
Hola sufría una lumbocoatica durante más de 14 meses antes de la operación. Me operaron de urgencia el 30 de julio una microdisectomia y una hemilanisectomia L5S1 ya que había una gran hernia con compresión raíz emergente L5 con dorsilexion del pie ( que no podía levantar el pie ) con lasegue positivo +10 rota simétrico. No podía caminar ni 10 metros ( Y un dolor horrible que cuando llegue de urgencias quería que me hicieran algo para sacar el dolor fue horrible me tiré meses llorando día y noche)
A parte tengo una discopatia degenerativa l4 l5 con hernia discal izquierda con actopraria facetaria lumbalgia radiculagia
Mi pregunta es casi hace 6 meses sigo con mucho dolor de tobillo lo que más, gemelo cargado dolor al extener la pierna detrás de la rodilla y glúteo me cuesta embragar conduciendo
Más dolor de lumbar aguantable siempre y cuando no esté mucho rato de pie y camine ( cuando camino mucho el pie se me vuelve a caer me tropiezo más, se me va la rodilla para adelante al bajar cuestas…,.) si me paso más de una hora de pie tengo dolores grandes ( tipo como si llevara una mochila con muchas piedras al punto que necesito tumbarme el dolor me baja para las piernas)
Sigo con mucha medicación desde líricas hasta Nolotil 3 veces al día mínimo etc (ya que soy intolenate a los opioides)
Desde agosto con rehabilitación sin mucha mejoría desde noviembre. Conseguí levantar los dedos del pie y el pie no en exceso conduzco 10 min pero lo hago.
Pero es como que mi pierna no me hace caso siempre me dicen que camine mucho cuanto más lo hago antes llega el dolor y los tropiezos
En mi caso siempre he tenido más sensibilidad de la cuenta, una caricia para mí es un masaje, horrible
Todo está bien dice el médico
Estoy frustrada me operé porque me dijeron que me quedaba en silla de ruedas si no lo hacía rápido, si camino pero sigo con dolores tanto de pierna como de lumbares no puedo hacer una vida normal han pasado 6 meses solo tengo 37 años
Todo esto es normal??
Mil gracias y perdona por la chapa
Es comprensible que después de una cirugía como la microdiscectomía y hemilaminectomía sigas experimentando síntomas, especialmente considerando que la compresión nerviosa fue muy prolongada antes de la intervención.
¿Es normal seguir con síntomas después de 6 meses?
La recuperación de una compresión nerviosa severa no es inmediata. En muchos casos, si la raíz nerviosa ha estado comprimida durante tanto tiempo, puede haber daño residual que tarde en mejorar o incluso deje secuelas.
Sin embargo, tu evolución clínica indica que todavía hay síntomas importantes:
• Dolor persistente en tobillo, gemelo y glúteo.
• Dificultad para extender la pierna y para caminar distancias largas.
• Tropiezos, sensación de caída del pie y debilidad muscular.
• Dolor lumbar que aumenta con la actividad.
¿Qué se puede hacer ahora?
A estas alturas, sería recomendable hacer una resonancia magnética (RMN) de control para asegurarnos de que:
1. No haya una reherniación o fibrosis perineural. A veces, después de la cirugía, se pueden formar adherencias alrededor del nervio, lo que causa síntomas persistentes.
2. No haya signos de inestabilidad o alteración en otros niveles.
3. Comprobar el estado de la raíz nerviosa. Una compresión severa puede haber generado una neuropatía residual.
Además de la RMN, también puede ser útil una electromiografía (EMG) para valorar si sigue habiendo daño nervioso activo o si hay signos de recuperación del nervio.
¿Es posible que tengas secuelas?
El hecho de que hayas tardado tanto en recuperar la movilidad del pie indica que el nervio sufrió una afectación significativa. En algunos casos, cuando la compresión ha sido muy prolongada, la recuperación puede tardar más de un año, e incluso algunos síntomas pueden no desaparecer completamente.
Sin embargo, todavía hay margen de mejora, y es fundamental:
• Optimizar la rehabilitación. Si no has mejorado mucho con la rehabilitación convencional, quizás sea necesario un enfoque más especializado con un fisioterapeuta experto en neurorehabilitación.
• Valorar técnicas complementarias como la estimulación nerviosa o bloqueos epidurales para reducir el dolor y mejorar la función nerviosa.
• Adaptar la medicación. Si sigues con tanto dolor y la medicación actual no te ayuda, hay que plantear ajustes con la unidad del dolor.
Próximos pasos
• Solicitar una RMN lumbar de control y, si es posible, una electromiografía (EMG).
• Valorar si hay fibrosis perineural o secuelas neurológicas.
• Optimizar la rehabilitación.
• Si el dolor sigue limitándote, valorar opciones como bloqueos epidurales o neuromodulación.
Si el médico que te sigue te dice que “todo está bien” sin hacer pruebas adicionales, quizás sería recomendable una segunda opinión para valorar tu caso en detalle.
Si lo deseas, puedes ponerte en contacto con mi equipo en asesoramiento@doctorlizon.com para agendar una consulta médica y evaluar tu caso en profundidad.